Sinopsis
Londres, 1886.
En un callejón, una mujer arrodillada extiende sus brazos en actitud suplicante hacia su verdugo: la Muerte. Tras la aparición repentina de un hombre, envuelto en un torbellino de polvo, él y la víctima desaparecen ante la mirada de la Parca. Con su acción, este le ha declarado la guerra a un enemigo imbatible.
El deseo más íntimo y desesperado del ser humano, derrotar a la Muerte, parecerá posible en manos de la ciencia, el altruismo y el amor, representados en un hombre que, aspirando a la inmortalidad, se atreve a retar al destino a una partida que sabe que es imposible ganar… ¿o quizá no lo sea?
Por fin puedo anunciaros la salida a la venta de la edición que Apache Libros ha hecho de mi segunda novela, Muerte, tú morirás. Una vez más, cuento con una portada de Juan Alberto Hernández, magnífico ilustrador que hace soñar con cada trazo que crea. Soy muy afortunada, no solo por esta maravillosa ilustración, sino por gozar de la confianza de mi editor, José Luis Del Río.
En julio se imprimió una pequeña tirada para poder presentarla en el Festival Celsius 232 y es ahora, en este mes de octubre, cuando podéis encontrarla en librerías o encargarla, tanto a través de ellas como por la web de la editorial (solo tenéis que hacer clic aquí).
Vivimos tiempos convulsos y sabemos que no es un buen momento, en especial para la cultura, pero, justamente por eso, nos hemos atrevido a publicar esta obra. Necesitamos contar y leer historias, vencer al desánimo y, de paso, echar una mano a toda la industria del libro, desde las pequeñas editoriales hasta el sector de la ilustración, pasando por nuestras amadas librerías. Sacar adelante una novela en estos días de pandemia es un una osadía y sé que vamos a tener que luchar por conseguir cada lector, para que esta historia llegue a tanta gente como sea posible. Haremos presentaciones en persona, siempre que las condiciones sanitarias lo permitan, pero también buscaremos formas de llegar hasta vosotros por medios virtuales.
Es esta una obra de género steampunk, por lo que, como imaginaréis, el escenario de fondo es el Londres victoriano. Los avances de la Revolución Industrial están muy presentes, si bien han pasado por el tamiz de mi imaginación. Han cobrado vida a través de este género especulativo, que me ha permitido crear la ilusión de un mundo creíble. Los cielos del Londres de finales del siglo XIX aparecen surcados por artilugios que, seguro, a más de uno nos habría gustado poder contemplar, si bien eso implicaría que también podríamos encontrarnos con un personaje que da mucho miedo: la Muerte. Tal vez sea mejor dejar tal experiencia en manos de la ficción y adentrarnos en la historia desde la seguridad de nuestro sofá, esperando que la Parca no decida hacernos una visita hasta que pasen tantos años como sea posible.
Me gustaría hablaros de lo que vais a encontrar en esta obra, más madura y oscura que El sendero de la palabra. Como sabéis, los escritores tenemos nuestras obsesiones, nuestros sueños y temores y estos hallan siempre la forma de ocultarse entre los pliegues del hilo narrativo. Así pues, en Muerte, tú morirás vais a encontrar temas como los lazos familiares, el amor, el miedo a la muerte, la necesidad de trascender, de dejar una huella que recuerde que estuvimos aquí tras partir hacia el más allá y, finalmente, la pasión por la literatura y por la palabra en general.
El origen de la historia es el soneto sacro número X del escritor John Donne, uno de los poetas metafísicos ingleses del siglo XVII. Aquí lo tenéis:
Muerte, no seas orgullosa, aunque algunos te hayan llamado
poderosa y temible, pues no lo eres;
aquellos a quienes crees que destruyes
no mueren, pobre muerte, ni siquiera a mí puedes matarme.
Del descanso y el sueño, meras imágenes tuyas,
brota el placer, así que mucho más de ti,
y demasiado pronto marchan los mejores contigo,
descanso de sus huesos, liberación de sus almas.
Esclava eres del destino, el azar, los reyes y los desesperados,
moras en veneno, guerra y enfermedad;
opio o hechizos nos adormecen también
y mejor aún que tu golpe, ¿de qué te enorgulleces pues?
Transcurrido un breve sueño despertaremos a la eternidad
y la muerte ya no existirá; Muerte, tú morirás.
Como veis, el título de la novela proviene de la última línea de esta extraordinaria composición en la que Donne se preguntaba sobre el efecto que nos produce la certeza de que hemos de morir. Saber que sobre nuestras cabezas pesa tal condena puede ser causa de un comprensible miedo y lo que el autor (a mi entender) hizo en esta obra fue intentar quitarle hierro al asunto; restarle poder a la muerte para que, cuando llegue el momento de enfrentarnos a ella, seamos capaces de hacer un tránsito más calmado. La icónica y aterradora imagen de la Parca con la guadaña quedaría, así, devaluada y sustituida por otra, más amable, menos temible. O no.
Tras deleitarme con la obra de Donne e intentar que mis alumnos de la universidad se enamoraran de ella, el mensaje del poeta y las preguntas que este tema me planteaba quedaron arrinconados en algún lugar de mi psique. A la espera. Era solo cuestión de tiempo que salieran a la superficie. Y es aquí, en esta novela, donde lo han hecho de forma más clara, aunque en todas mis obras hay (y habrá) alguna referencia a la muerte, porque es parte de la vida. Llevamos en nosotros la promesa del último aliento desde el mismo día en que tomamos el primero.
Lo que el protagonista de mi obra, Arthur Collins, se propone es una osadía: intentar derrotar a la Muerte. ¿Es este el sueño de un ingenuo? Quizá, pero los seres humanos tenemos un superpoder: el de imaginar que todo es posible. Y mi personaje va intentar convenceros de que en verdad lo es, de que ese ser invencible puede ser derrotado. Y si no, al menos merecerá la pena intentarlo.